Una corta entrada para aquellos (que me consta que alguno hay) que identifica la inactividad de este blog con el hecho de que me haya podido rendir en mi búsqueda de editorial.
La inactividad se debe a que no hay noticias reseñables sobre mi búsqueda, salvo la retahíla de negativas de editoriales, siempre por falta de tiempo o por tener completo el calendario de ediciones. Llevo meses sin recibir un sólo email de una editorial en el que digan que no les ha convencido el manuscrito, ni siquiera emails de esos tan típicos de "es que no encaja en nuestra línea editorial". Estoy a la espera de noticias de una pequeña editorial que contactó conmigo hace ya casi tres semanas y parece interesada, pero no voy a lanzar las campanas al vuelo, que luego seguro que caen sobre mi cabeza y me hacen daño.
Por otra parte, el martes comencé mi décima novela. Se trata de una novela de ciencia ficción con invasión alienígena incluída. Ya estoy oyendo a los que dirán que no se trata de un tema original, pero creo que mi planteamiento del mismo sí lo es. Se trata de un argumento que esbocé hace más de dos años, y que tenía en mi lista de tareas pendientes. Ahora, ya no puedo parar de escribir. Mi intención es (si me da tiempo) presentarlo al premio de ciencia ficción de la UPC de este año. Aún no ha sido convocado, pero por regla general, el plazo de inscripción finaliza a finales de julio. Tengo, por tanto, cuatro meses para escribir la novela y corregirla. No es mucho tiempo, pero no es imposible. En el caso de que no llegara a tiempo, la dejaré reposar un tiempo más y más adelante ya decidiré qué hacer.
Al mismo tiempo, aunque ahora creo que lo dejaré un poco más apartado, estoy repasando una vez más mi novena novela, antes de empezar a moverla. Por el momento, estoy moviendo dos novelas, la primera y la tercera que escribí.
Eso es todo. Quien pensara que me podía rendir, que sepa que, como buen bilbaíno, soy muy cabezón.
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