eXTReMe Tracker

miércoles, septiembre 08, 2010

Mentiras de la coedición

He decidido escribir esta entrada hace un rato, mientras leía en la web de una editorial, cuyo nombre obviaré, las "ventajas" de la coedición.

Comentan que permite un mayor control sobre el proceso de edición, y más vale que así sea. Porque si además de puta, tienes que poner la cama, mal empezamos. Aunque no sé si la analogía de la puta es buena, porque esas profesionales no tienen que pagar por trabajar, como es el caso del escritor que opta por la coedición.

Las ganancias son mayores. Esto sería verdad al 100% si sustituyeran "ganancias" por "ganancias potenciales". Cierto es que en los contratos de coedición se ofrece al autor un mayor porcentaje de beneficios sobre el precio de cada ejemplar vendido, pero no es menos cierto que la inmensa mayoría de editoriales de coedición no cuentan con una distribución mínimamente decente. En muchos casos, el autor se encuentra con cajas repletas de libros en su casa, teniendo que buscarse la vida para colocárselos a algun librero. Y muchos son los libreros que se niegan a colocar en sus estanterías libros coeditados o autoeditados. De poco sirve que te ofrezcan un 40% del precio de cada ejemplar, frente al habitual máximo de 10% de las editoriales tradicionales, si con la coedición vas a vender 100 ejemplares y con la editorial tradicional (si se implica, claro está) igual vendes 1000. Suponiendo un precio de 15 euros (por ejemplo), el 40% de 1500 siempre será menor que el 10% de 15000,

Se da a conocer en el medio literario. Acudo al razonamiento de la distribución. Por lo general, la coedición adolece en cuestiones de distribución, sobre todo porque la editorial cobra por adelantado y le importa poco si la novela se vende o no. Si se vende, mejor, porque ganarán algo por cada ejemplar vendido, pero si no se vende ni un ejemplar, no es un trauma para ellos, que cobran por imprimir, y no por distribuir. De hecho, muchas editoriales ofrecen la distribución como un paquete extra aparte de la edición de la obra. Si el autor se da a conocer, será porque se haya movido por todas las esquinas y haya hablado con prensa, radio, televisión, etc., pero por regla general, no será una consecuencia del modo de edición escogido. Ni mucho menos.

Enriquece su aval ante otras editoriales. Pretenden que creamos que el simple hecho de tener una obra publicada, aunque sea mediante coedición, abre puertas ante otras editoriales, cuando es bien sabido que muchas editoriales no ven bien que un autor haya tenido que pagar por publicar, y, lejos de abrir puertas, la coedición en muchas ocasiones las cierra. Hay muchas editoriales capaces de publicar cualquier cosa mientras el autor pague, y el resultado en esos casos es una novela sin corregir y que, en el mejor de los casos, hubiera necesitado un repaso. En el peor, será una novela que nunca debería haber visto la luz.

Puede contar con un apoyo promocional. Hay editoriales dedicadas a la coedición que sí hacen cierta labor de promoción, pero no nos engañemos. La mayor parte de las veces se limitarán a enviar una nota de prensa y organizar una presentación. Para la editorial, la promoción supone tener que destinar parte del dinero cobrado por la maquetación e impresión de la novela, y eso no es rentable. Que nadie espere grandes inversiones en promoción.

Entra en el mercado editorial. Me remito a lo anterior: se entra, pero pagando. Es como entrar en la zona vip de una discoteca porque alguien te ha invitado o entrar porque has pagado. En el último caso, habrá muchos que te consideren un "pringado", y el mundo editorial no es diferente.

Puede optar por premios literarios. Esgrimen el argumento de que existen premios literarios que exigen que la obra haya sido publicada. Pues bien, para empezar, el porcentaje de premios con esas características es muy pequeño. Además, en dichos premios, una novela tiene más opciones cuanta mayor "visibilidad" haya tenido y haya llegado a más lectores, y ni que decir tiene que las novelas coeditadas no son las que más visibilidad tienen.

Usted mismo puede ocuparse de las ventas. Como diría aquél, "manda huevos" que tengan las narices (por no decir otra parte del cuerpo) de poner esto como ventaja. Salvo casos contados, en los que el autor tiene amigos o experiencia en el mundo editorial (lo cual no es muy habitual entre los que coeditan) para el autor tener que ocuparse él mismo de las ventas es un infierno, y en el mejor de los casos, logrará vender unos pocos ejemplares entre familiares y amigos cercanos. Dicen que las editoriales tradicionales no siempre tienen una buena red de distribución, pero obvian decir que peor es la red de la editorial de coedición, si dejan que el autor se ocupe de las ventas. En definitiva, están admitiendo que no tienen ninguna distribución. Prefiero una editorial que no tenga la mejor distribución, pero al menos la tenga, a una que no la tenga y encima se jacte de ello.

Su obra sigue siendo suya. He dejado para el final el argumento más jugoso, el que siempre esgrimen estas editoriales y que siempre confunde a los autores. Dan a entender que cuando uno firma con una editorial tradicional, está cediendo sus derechos de autor, lo cual sólo se puede definir como una gran falacia. Cuando se firma un contrato de edición, lo que se cede son los derechos de explotación de la obra para un determinado tiempo, un determinado número de ediciones y/o ejemplares, etc. Sobre lo que la editorial tiene derechos es sobre esa edición en concreto. Le pertenerá el diseño de la portada, las ilustraciones que incluyan o la maquetación específica, pero el texto, el argumento y, en definitiva, la autoría de la obra, siempre serán del autor. Es cierto que éste no podrá firmar con otra editorial mientras el contrato con la primera esté en vigor (aunque la editorial le haya salido "rana") pero seguirá siendo el autor, y la editorial no puede cambiar eso. Terminan diciendo que la coedición no te impide ofrecer el manuscrito a otras editoriales o enviarlo a un concurso, pero vuelven a obviar información importante:

1) Si hay que pagar, sólo faltaría que encima se quedaran con los derechos de explotación de la obra por x años. Como ya he dicho antes, aparte de puta, poner la cama.

2) Pocas son las editoriales a las que no les importa que un manuscrito ya haya sido editado con anterioridad. Muy buena tiene que ser una novela para que una editorial acepte reeditarla.

3) No recuerdo ningún premio literario (salvo los de obra publicada) que no incluya una cláusula que indique que las obras presentadas deben ser inéditas. Tal vez me equivoque (no conozco todos los premios) pero he visto las bases de muchos.

En fin, sigo diciendo lo mismo, que la coedición está bien para quien sepa lo que implica. Lo que no puedo soportar es que se mienta tan descaradamente, y se juegue con las ilusiones de muchos aspirantes a escritores (entre los que me incluyo). Hay muchos escritores aficionados que de verdad creen que para publicar algo hay que pagar, y editoriales como éstas se aprovechan de esta situación.

Id con los ojos bien abiertos y las carteras cerradas. Si vuestras obras lo merecen, encontrarán su camino.