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miércoles, abril 27, 2011

La hipocresía de la "literatura de género"

España es un país en el que se lee poco, pero en el que se critica mucho, sobre todo la llamada "literatura de género". Bajo esta definición, en este país se tiende a encerrar géneros normalmente bastante denostados (aunque algunos de moda en la actualidad) como la literatura fantástica, el terror o la ciencia ficción.

Uno puede entender que países como Estados Unidos, con casi 300 millones de habitantes, den cabida a prácticamente cualquier género literario (entre tanta gente, siempre habrá mercado para casi cualquier cosa) pero lo extraño, por absurdo, es el trato que reciben en España esos y otros géneros, considerados "menores" por los autoproclamados "eruditos" de este país.

Pongamos un ejemplo del absurdo: si tomamos la saga de La Fundación de Isaac Asimov, todo aquel que tenga un mínimo de cultura general, identificará tanto a la saga en cuestión como al autor, como parte de los denominados "clásicos". Pues bien, sin entrar a valorar la calidad literaria y/o humanitaria, de las obras de Asimov, no dejan de ser ciencia ficción. ¿Qué ocurriría si la saga de La Fundación no la hubiera firmado un autor extranjero (ruso, en este caso) sino Pedro Rodríguez, natural de Albacete (por decir un sitio)? Pues que, probablemente, la saga de La Fundación habría pasado sin pena ni gloria, vendida en gasolineras y librerías especializadas, y tomada a sorna por los "eruditos".

Y todo esto es aplicable al terror, la ciencia ficción y, en muchas ocasiones, incluso la novela policíaca, cuando el autor es español. No olvidemos que Ángel Torres Quesada, uno de los más prolíficos escritores de ciencia ficción, y considerado por muchos como el "Asimov español" (salvando las distancias) se vio obligado durante años a firmar sus novelas con el seudónimo de "A. Thorkent", con el único objetivo de no sonar demasiado autóctono. Esto mismo ha sucedido a otros autores de estos géneros "menores", abocados a tratar de parecer ingleses o americanos para que el lector español les tome en serio. Cualquier día, veremos a autores españoles de novela negra y policíaca ponerse nombres que parezcan suecos, para tratar de atrapar algo de la estela del difunto Larsson.

Todos conocemos ese refrán que dice que nadie es profeta en su tierra, pero una cosa es no ser profeta en tu tierra y otra muy distinta es tornarse a chufla a un autor sólo por su procedencia y la literatura que escribe. Con todo esto, no quiero decir que Dan Brown o J. K. Rowling sean la quintaesencia de la literatura, pero que si "Harry Potter" hubiera sido creado por una autora española, ahora estaríamos hablando de una novela anecdótica, que no habría llegado ni de lejos a las siete entregas y mucho menos al cine. Y por supuesto que en estos géneros que algunos consideran menores hay novelas muy malas, como también las hay muy buenas, como en cualquier género. No olvidemos que incluso los "grandes" de la literatura española e internacional tienen truños poco menos que infumables que se venden como "clásicos" y se estudian en las clases de literatura en escuelas e institutos.

Antes de que alguien me salte al cuello (que ya os veo) os haré una aclaración: no escribo novela fantástica. Cierto es que empecé una novela de dicho género, que ahora tengo apartada mientras me la replanteo, pero es que me enerva ver que se da un tratamiento en ocasiones denigrante a gente que escribe verdaderamente bien y que no merece el trato que sus obras reciben. Tanto autores como editoriales merecen un tratamiento justo, máxime cuando muchas de esas editoriales "de género" son las que actualmente más nuevos valores ponen en el mercado. Cada año hay novedades verdaderamente interesantes que acaban en el baúl de los recuerdos, porque alguien, desde su supuesto y autoerigido pedestal, decidió hace tiempo qué se puede considerar literatura seria y qué no.

Para terminar, quiero hacer una serie de recomendaciones, de autores y obras, que espero sirvan para que alguien considere alguna vez leer uno de esos libros. Os puedo asegurar que más de uno se llevará una sorpresa. Sé que aquellos empecinados en que todo lo de fuera, o lo supuestamente "serio", es mejor, ya no tienen salvación, pero hay otros nuevos valores, entre los nuevos lectores, que pueden impulsar una nueva literatura en España. Y si no una nueva literatura, al menos devolver a los autores denostados, un poco de la dignidad que se les ha venido negando.

Recomendaciones:

Montse de Paz. Ganadora del último premio Minotauro. Hasta el momento, ha publicado libros de autoayuda, una novela fantástica y la novela de ciencia ficción con la que ganó el premio, lo que denota su gran versatilidad como escritora. No la dejéis pasar.

Santiago Eximeno. En los últimos años, uno de los mayores exponentes del género fantástico y de ciencia ficción en España, aparte de un tipo muy cabal. No dejéis de buscar sus obras. También os recomiendo pasaros por su página de Facebook, aunque eso no os asegurará que os agregue como amigos.

José M. S. Gamboa. Sólo ha publicado la novela "Etreum, la biblioteca del destino", con la pequeña editorial Actéon. Una pena, ya que este maestro, residente en Badalona, tiene mucho que aportar al género fantástico. No sé si su novela estará todavía disponible (se publicó a finales de 2006) pero os insto a conseguir un ejemplar, porque os sorprenderá muy gratamente, ya que no se trata de una novela fantástica al uso.

David Jasso. Otro gran autor de terror y ciencia ficción, colaborador en diversas antologías, e incluso escribió una novela a cuatro manos con Santiago Eximeno, mencionado más arriba. Actualmente, anda metido en el "lado oscuro" de la literatura, en la editorial Saco de huesos, una de las pocas editoriales que están tratando de impulsar el género de terror en España.

Isabel del Río. Autora de, hasta ahora, poca producción novelesca visible en estanterías, pero no por ello menos recomendable. Tuve el placer de conocerla online (hasta el momento, sólo nos comunicamos por email), gracias a este blog, hace ya unos años, antes de que publicara su primera novela, "Casa de títeres", y he seguido su carrera con gran interés. Aquella novela no recibió el trato que merecía, por haber sido publicada en una editorial de prácticas un poco "dudosas", pero, a pesar de todo y gracias al tesón de su autora, logró un relativo (y merecido) éxito. Su segunda novela, "La casa del torreón" se publicó hace un par de meses, y os recomiendo haceros con un ejemplar. Se trata de una novela de esas consideradas "juveniles", pero os aseguro que cualquiera puede disfrutar de ella.

Francisco Javier Illán Vivas. Poeta y escritor de fantasía épica. Hasta el momentos, además de algunos poemarios y varios relatos en diversas antologías, ha publicado dos tomos (el primero de ellos recientemente reeditado) de su saga "La cólera de Nébulos". Es una de las personas que más se mueven en este "submundo" de los géneros "menores", tanto como crítico, como en su faceta de promover las obras de otros. Muy recomendable.

Juan Jesús Hernández Gómez. Una de las más recientes y jóvenes incorporaciones al mundo de la fantasía épica en España, Hasta el momento, ha publicado dos novelas, de la mano de la editorial Eldalie. Se trata de dos tomos de su saga "Los diez reinos", titulados "La ira del dios oscuro" y "El vuelo del dragón negro". Ambas están disponibles en edición electrónica y la primera de ellas también en rústica. La edición en rústica de la segunda está en preparación y debería estar disponible en breve. Dueño de una narrativa ágil y bastante refrescante, le auguro un muy buen futuro, por la calidad de sus obras y su alto nivel de autocrítica, aspecto muy deficiente en algunos autores "consagrados".

Seguro que me dejo muchos autores y libros, bien por lo conocerlos o bien porque directamente me haya olvidado de ellos, pero espero que estas pocas recomendaciones den la posibilidad de abrir un nuevo mundo a algunos lectores. Que luego conozcan otros autores similares a los que menciono sólo dependerá de ellos. Para ayudaros a conocer a estos y otros autores, de todo género y condición, os recomiendo visitar el que es, desde hace años, el portal de crítica literaria independiente más activo de España: Anika entre libros. No dejéis de pasaros por su web en www.libros.ciberanika.com, no os arrepentiréis.

Saludos a todos.

lunes, abril 18, 2011

La coedición también llama por teléfono

Hace unos días, iba en el metro a casa cuando mi móvil empezó a sonar. Entre que iba en el metro rodeado de gente y no iba a poder hablar cómodo, y que no conocía el número, no contesté, aunque en breve recibí un sms que indicaba que alguien había dejado un mensaje en mi buzón de voz, el cual comprobé en el momento.

Se trataba de una persona de una editorial, que decía que me llamaba en relación a un manuscrito que les había enviado. En ese momento sentí una cierta emoción, aunque la aplaqué, por aquello de que prefiero no fiarme y conocer antes todos los detalles. Además, debido al ruido que antes comentaba, no entendía bien el mensaje, concretamente de qué editorial se trataba. Pero bueno, como punto a su favor, estaba el hecho de que se hubieran molestado en llamar por teléfono, cosa poco habitual.

Subí a casa y volví a escuchar el mensaje, y ya pude por fin entender de qué editorial se trataba, así que accedí a mi ordenador y miré en mi correo cuándo les había enviado el manuscrito. Concretamente, a finales de febrero, y sólo había enviado un resumen, así que pensé que o bien me llamaban para solicitar que les enviara el manuscrito completo, o bien para rechazarlo cortésmente (o no tan cortésmente).

Pues bien, la llamada empezó mal desde los primeros segundos. Cuando hablé con la persona que me había llamado, no se acordaba de mí, y eso que me había llamado sólo 15 minutos antes. ¿Qué me lleva a pensar eso? Que hacen decenas de llamadas al día, y el hombre estaría buceando en su agenda. Como ya eran más de las 19:00, probablemente habría hecho muchas llamadas ese día.
Lo segundo que me mosqueó es que insistía en que les había enviado un manuscrito, cuando lo único que obraba en su poder era un resumen, con sólo un par de capítulos. Ya más mosqueado todavía, me disponía a escuchar la enésima oferta de coedición.

Y, efectivamente, eso fue lo que escuché. He recibido muchas ofertas de coedición a lo largo de los últimos años, pero ésta fue especialmente sangrante. No por ser una oferta de coedición, sino porque el editor afirmaba que el manuscrito les había gustado "un poquito" (palabras textuales) y querían publicarlo, con sólo haber leído un resumen que es más o menos el 10% del total de la novela. Y ni que decir tiene que yo debía contribuir económicamente. Como razón, esgrimían que yo no tenía muchas cosas publicadas. En fin, que perdió el tiempo, el dinero de la llamada, y a mí me hizo perder también el tiempo. Menos mal que la llamada mía fue a un fijo y tengo las llamadas a fijos gratis. Pero, como podéis imaginar, cuando colgué tenía un cabreo bastante curioso.

Pude constatar que las ofertas de coedición se hacen también por teléfono, lo cual me lleva a pensar que así creen que el autor se cree más importante, porque se están molestando en llamarle, en lugar de mandarle un presupuesto por email. Deben de pensar que lo que buscamos editorial sin tener novelas publicadas somos tontos e ilusos y nos la pueden colar por donde sea, y deberíamos empezar a demostrar que no es así. Yo espero estar aportando mi granito de arena con estos artículos, que por lo menos sirven para que mi blog aparezca en los primeros resultados en Google, cuando alguien busca la palabra "coedición". Puede que no me esté ganando muchos amigos entre esas editoriales que coeditan, pero, teniendo en cuenta que siempre les digo que no, es algo que no me afectaría.

A seguir buscando. Y los que estéis también buscando una editorial o un agente literario, perseverad y no dejéis que los cantos de sirena de algunos os engañen, aunque os digan que vuestro manuscrito les ha gustado "un poquito", mucho o que sois la última sensación editorial. A mí, una vez, antes de mandarme la oferta de coedición, me compararon con Eduardo Mendoza, nada más y nada menos que el último ganador del premio Planeta. Si eso fuera verdad (ojalá) no necesitarían ofrecerme pagar por publicar.

Saludos a todos.

martes, abril 05, 2011

Esto empieza a ser cansino

Hoy he recibido un contrato de edición por email. No se trataba de un contrato listo para firmar, sino un modelo de contrato de una editorial que ya hace un par de meses había mostrado bastante interés en publicar un manuscrito mío. Era un contrato estándar, con sus cláusulas estándar, su 10% del PVP de cada ejemplar vendido para el autor, su 50% para el autor en el caso de que la editorial venda los derechos de edición en otros idiomas, sus 10 ejemplares gratuitos para el autor, su 50% de descuento para el autor cuando quiera comprar ejemplares adicionales, etc. Lo que se dice, un contrato estándar. Siempre hay flecos, y siempre hay detalles que pulir y negociar para casos concretos, pero ese contrato tenía las cláusulas básicas que uno espera encontrar en un contrato de edición estándar.

¿Que por qué digo que esto empieza a resultar cansino? Porque por detrás, por email y, por así decirlo, por lo bajo, me han comunicado que entre sus condiciones de publicación solicitan una "aportación voluntaria" al autor para la impresión del libro. Unas líneas más abajo, pasaban a comentar que desde hace unos meses es imprescindible. Vaya, voluntaria e imprescindible. Eso a mí me suena a "por narices". Pues bien, tras pedir que me aclarasen eso de la "aportación voluntaria" y recalcar que muy voluntaria no será si es imprescindible, me han remitido otro email en el que me decían que no superaría los 900 euros, como si eso fuera una minucia.

En fin, como podréis imaginar, he dicho que no, y esta vez me quedo con un sabor de boca más amargo que otras. Sobre todo porque de pronto me veo leyendo un contrato de edición normal, sin trampas, y después una "aportación voluntaria" que no aparece en el contrato, lo cual la convierte en algo que aparentemente no existe, pero algo que, las editoriales que abiertamente admiten dedicarse a la coedición, al menos incluyen en el contrato. Porque, ¿cuál será el concepto de dicha aportación? Pues probablemente, que yo compre todos y cada uno de los ejemplares de la primera edición, o la gran mayoría, con ese 50% de descuento del que me hablaban en el contrato. Con eso, la editorial ya cubre los gastos de la impresión y hala, a vivir.

Como en otras ocasiones, y por razones obvias, no incluiré el nombre de la editorial. Sé de gente que ha publicado en el pasado en esa editorial sin pagar (por ejemplo, por premios literarios) y no quiero perjudicar a nadie que no lo merece. Lo único que quiero dejar claro con todo esto, es que debéis andar con muchísimo cuidado, y dejar atados todos los detalles de una edición antes de firmar nada. Cuidado con los cantos de sirena y los halagos. Ante la más mínima duda preguntad. Así es como yo he conseguido tener claro que estaba de nuevo ante una coedición encubierta, porque aunque la editorial suscriba con el autor un contrato de edición estándar, por debajo de la mesa le exige un pago. Y quien piense que 900 euros son una minucia, es que le sobra el dinero.

Saludos a todos.