Buenas noches a todos.
No esperaba escribir de nuevo tan pronto, pero es que hoy me he llevado una muy grata sorpresa. Cuando he ido a casa a comer, se me ha ocurrido echar un vistazo a mis emails, y me he topado con uno que parecía ser una respuesta de una agencia literaria, con la que me puse en contacto la semana pasada.
A dicha editorial le había enviado la sinopsis de uno de mis manuscritos. A pesar de todo, la primera impresión ha sido pensar que una semana es quizá muy poco tiempo para una respuesta, por lo que me temía lo peor. Nada más lejos de la realidad. La respuesta ha sido positiva y ahora me solicitan que les envíe, impreso y encuadernado, el manuscrito completo. Como se acerca la Semana Santa, lo dejaré para la semana que viene, pero lo voy a enviar seguro.
Las sensaciones son buenas. De momento, mi contacto con la agencia, cuyo nombre omitiré de momento, a menos que en el futuro firme con ellos, se ha limitado al intercambio de un par de emails, pero debo reconocer que han sido muy amables y solícitos, respondiendo siempre con una presteza que hasta ahora no había visto. Además, representan a algunos autores bastante importantes en la actualidad y tienen buena fama, así que de momento, no hay queja. Dicen que tardarán dos meses en valorar el manuscritos. Ya sólo me quedará esperar y para el vareno sabré si quieren o no representarme.
Al hilo de lo anterior, se me ha ocurrido también, basándome en mi propia experiencia, dedicar unas cuantas líneas a la forma en la que algunas editoriales y agentes tratan a la gente que, con toda su ilusión, les envían su material.
Quien, como yo y otros antes que yo, ha buscado alguna vez editoriales en Internet, se habrá topado con editoriales que en sus webs escriben cosas del estilo de "No se aceptan manuscritos no solicitados y, en caso de recibirlos, no se mantendrá correspondencia con sus autores". Básicamente, advierten que, si les envías un manuscrito, éste irá a la basura y no te dirán que lo han tirado. ¿Sabéis una cosa? Me parece bien. Son editoriales que, o bien sólo trabajan con textos remitidos por agentes literarios o bien sólo se dedican a publicar a autores extranjeros o a las reediciones de clásicos. Con algunos agentes pasa lo mismo, aunque en ese caso, son agentes que tienen una cartera de autores consagrados, de esos que convierten en oro todo lo que tocan, y no necesitan más. Todos estos por lo menos van de frente y son sinceros.
Pero, ¿qué ocurre con todos aquellos que cuando no les interesa lo que envías, simplemente no responden? Muchos ni siquiera avisan de este hecho en sus webs o sus comunicaciones cuando entras en contacto con ellos, con lo que, cuando pasa el plazo previsto para su respuesta, te quedas pensando en qué estará ocurriendo. ¿Serán tres meses justos o tengo que dar un margen de tres meses y medio? ¿Se habrán olvidado de mí? ¿Debo insistirles? ¿Se habrá traspapelado la respuesta o andará perdida en el ciberespacio? Preguntas sin respuesta, que pueden desesperar al más pintado. Ya no es sólo responder, ¿también cuesta tanto dejar las cosas claras a la gente para evitar que perdamos tiempo o nos volvamos locos? Muchos editores y agentes literarios han sdo antes autores en busca de alguien que les publique, y parece que se hayan olvidado de lo mal que se pasa cuando han transcurrido varios meses y nadie te ha respondido.
Bueno, eso es todo. Os mantendré informados sobre cómo evoluciona mi relación con esta agencia. A ver si hay suerte y es para contaros que he firmado un contrato de representación. Eso tampoco me aseguraría la publicación, pero seguro que sería un gran paso en la dirección adecuada.
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